miércoles, 17 de septiembre de 2008
Fiji. Contacto con los locales
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Fiji. Alrededores de Nanuya Lailai
Nuestro cocinero, guía y hombre para todo Vilise nos recordó varias veces el día anterior que sería bueno salir a las 7.30... El Fiji-time dicen que es relajado, pero esas 7.30 en Spanish-time se convirtió en que a las 8.00 empezábamos a desayunar :).
Primero nos fuimos a unas cuevas inundadas por las que te movías a nado, como podeis preveer. El fijiano-trpador este que nos acompañaba trepaba por los muros como si fuera andando por el suelo. Nosotros no llegamos a su nivel ni de lejos, pero alguna pared facilona sí que subimos.
Atentos a la playita a la entrada de la cueva
De ahí nos fuimos a visitar a un poblado fijiano (en otra mini-isla, claro). Estuvimos hablando un rato con el jefe, nos enseñaron la iglesia y hasta echamos una mini-pachanga con un par de chavalillos que estaban jugando al fútbol en la playa cuando llegamos, fijaos qué playa también...
Todo super-rudimentario como es de imaginar, pero aquí tenéis el antenón que les plantó en la isla la empresa más grande de Fiji de comunicaciones móviles (de cuyo nombre no puedo acordarme).
Para acabar el día otro paseíto por el Blue Lagoon donde nos dejó este y de paso aprovechar para comprar hielos en el resort pijo del Blue Lagoon :). Día completito.
viernes, 5 de septiembre de 2008
Nanuya LaiLai
Imagino que muchas islas en Fiji será así, pero bueno Nanuya LaiLai fue la nuestra y será desde entonces lo más parecido al paraíso.
He estado en otros destinos supuestamente paradisiacos que aunque espectaculares, nunca son tan bonitos como has visto previamente en fotos. En Nanuya LaiLai (que por cierto lailai en fijiano significa pequeño) no hay trampa ni cartón, cualquier foto echada a sus playas es seria candidata a convertirse en postal para ser vendida all over the world, aunque la foto sea tomada con la cámara esta rosa del payaso tan frecuente en ferias y demás festejos populares.
La primera mañana salimos a dar un paseíllo por la isla (sólo se tarda una hora y media en darle la vuelta entera). Tiramos por la parte sur hasta que llegamos al famoso Lago Azul. Hay una zona de la isla donde puedes cruzar a pie a Nanuya Levu (levu significa grande). Esta isla, tb conocida como Turtle Island, fue comprada por una yankee forrado en los años 70 y es privada, ahí es nada. Nadie puede ir a la isla (salvo los fijianos) si no es para quedarse en su resort. Rapidamente entendimos la preocupación de los fijianos en que les vayan a joder sus costas.
El siguiente día cogimos una barquilla y nos fuimos a conocer los alrededores (lo contaré en otro post) pero el último cruzamos la isla por el interior subiendo una pequeña colina y pongo también algunas fotos de las vistas porque eran alucinantes.
Lo más cercano al paraíso que estuve nunca.
martes, 2 de septiembre de 2008
Fiji. Camino a Nanuya Lailai
Voy a intentar resumir porque el día dio mucho de sí; simplemente para poner en situación comentar que cuando llegamos a Beachcomber e hicimos el check-in nos preguntaros y nos hicieron escribir en la hoja de inscripción que dónde íbamos al día siguiente, a lo que nosotros contestamos Seaspray (nombre del sitio donde dormíamos) en Nanuya Lai Lai (nombre de la isla). Nos dijeron que para Seaspray, teníamos que estar en la playa a las 9.30 para coger el barco. La historia es la siguiente:
- 9.15-> Raro en nosotros, pero decidimos echar a andar con tiempo para llegar al menos 10min antes de la hora que nos dijeron.
- 9.20-> Vemos un barco que se va a lo lejos. Preguntamos en recepción y nos dicen que ese es el barco que va a Nanuya LaiLai.
- 9.30 -> Hemos estado hablando con la mujer durante 10 minutos. Dice que nosotros no dijimos que íbamos a Nanuya Lailai, que íbamos a Seaspray y eso es un crucero que pasa a las 9.30. Nos pegamos estos 10min intentando convencerla de que llame al barco para que de la vuelta o que en alguna de las barquillas que tiene, nos acerquen a la siguiente isla donde para.
- 9.45 -> La tía ha llamado al barco, dicen que no da la vuelta y que no nos ponen una barca porque no le da tiempo a llegar. Esto es mentira porque aunque vaya más lenta, la otra va dando más vuelta y sin nos llevan directos hubiéramos llegado.
- 10.00 -> Nos lleva a hablar con el encargado de meter a la gente en el barco, dice que nosotros no estamos en la lista de gente que cogía el barco.
- 10.15 -> 15minutos discutiendo y los tíos de la isla, erre que erre con que no existe ningún Seaspray en Nanuya Lailai, que el único Seaspray es un crucero con ese nombre que pasa a las 9.30. 5 Fijianos tarugos como toros, que cargaban tranquilamente con las maletas de 5 personas cada uno, se ríen de nosotros porque dicen que no hay ningún Seaspray allí (único momento del viaje donde los fijianos nos dan un poco por saco).
- 10.30 -> A pesar de que escuchamos a uno de los del sitio decir en voz baja a su compañero que sí existe un Seaspray en Nanuya Lai Lai, se hacen los longuis. Le decimos a la de recepción que queremos hablar con el manager.
- 11.00 -> Media hora pasando de nosotros, vamos a recepción que está llena de toda la gente que va a hacer el check-in y montando un amago de pollo que los tranquilos fijianos no están acostumbrados a ver, parece que nos hacen más caso.
- 11.15 -> Aparace el ansiado manager, un blanquito que nos quiere despachar rápido basándose en lo mismo que los otros; que no existe el Seaspray. Bendita Lonlely... el número de contacto lo saqué de la web de Oficina de Turismo de Fiji, le decía al tío que me dejara meterme en Internet en la página y se lo enseñaba, pero claro el tío que nada. Hasta que caímos en que venía en la Lonely y ese fue el punto clave porque si no, no salíamos de la por aquel entonces, puñetera BeachComber.
- 11.30 -> El tío se fue, vuelve y nos dijo que el error es parte de ellos y parte de los del barco que patatín que patatán, que él nació en Fiji y que nunca había oído hablar de Seaspray... vamos excusándose todo lo que podía. Nos dice que lo único que podía hacer, era ofrecernos quedarnos gratis pero nosotros pagamos las comidas (46 dólares por persona), le decimos que ni de coña. Nos dice que comidas a mitad de precio. Le decimos que de eso nada, que no tenemos como irnos, que nos ponga un bote. Nos dice que lo del bote imposible que les costaría una burrada a ellos. Que las comidas gratis. Hubo un momento de duda, pero cambiamos la táctica al modo "dar pena" que si mi prima y Miki habían venido desde la otra punta del mundo expresamente para ir a Nanuya Lailai, que si llevábamos planeando el viaje un año (mentira piadosa), que si teníamos un crucero pillao para el día siguiente (ejem...). El tío dice que se va a hablar con el dueño de la isla y que a ver lo que puede hacer.
- 12.15 -> Ya la verdad es que lo dábamos por perdido, que no salíamos de ahí. No es que estuviéramos mal, pero después de como nos habían tratado no nos molaba quedarnos. A pesar de todo, estuvimos a punto de darnos por vencidos tras 45min de espera porque estábamos desaprovechando el día y llevábamos desde las 9.20 dando vueltas. Sin embargo, a las 12.15 apareció el tío y nos dijo que nos ponía un barco a las 1 para llevarnos a Nanuya Lailai, ¡y olé!
Al final se portaron la mar de bien, pese al mareo es de agradecer que hasta nos dieran de comer 15minutos antes de la hora normal para poder comer y pillar el barco. Así que para allá salimos en nuestro barquito velero. Entretenido el viaje, hablando con el capitán y su segundo de a bordo :P. Pasando por una isla nos contaban que hay un resort de 9.000€/noche donde a parte de que la habitación es un mini-palacio con absolutamente todos los lujos, hay una cocina con 4chefs exclusivamente para quien se quiera alojar ahí, como el Príncipe Carlos de Inglaterra.
Tuvimos algunos problemas para encontrar la isla, menos mal que el Tomtom fijiano en forma del mapilla que viene en la Lonely Planet (again), hizo las veces de guía y nos ayudó a llegar.
martes, 26 de agosto de 2008
Fiji. Beachcomber
El último ferry salía a las 15.15, la verdad es que corriendo seguramente nos hubiera dado tiempo a llegar, pero bueno desde que llegamos nos queríamos impregnar de la cultura local así que empezamos por el "Fiji Time" y el relax. Pronto nos dimos cuenta que en Fiji, al igual que en muchos países de Asia-Pacific, con dinero... consigues lo que quieras. Nosotros conseguimos un water-taxi (aka, barquilla) que nos llevó hasta Beachcomber.
El capitán y el 1º de abordo nos dieron seguridad desde el primer momento, uno estaba bebiendo Vodka con Lima de estos que se venden ya combinados (lo curioso de este combinado es que era en un tubo como de pasta de dientes pero más grande, sólo tenía 30% de alcohol) y el otro fumándose un petardo.
Pero vamos, el viaje estuvo entretenido con unas cervezas Fijianas y porque sólo duró 35min.
Tras el paseíto llegamos a una isla con una superficie similar a la de un campo de fútbol. Habitaciones de 4, bastante más curradas de lo que nos esperábamos, terracillas apañadas, un bar currao y una playa chula aunque con muchas rocas. Vendían hielos, nosotros llevábamos nuestros cubatises, larga, larguíiiiiiiiisima conversación (muy del estilo de las de Almería, jeje) por la tarde hasta bien entrada la noche en las tumbonas en la terraza "ronsito" en mano y luego al bar del sitio que la verdad es que estaba bien montado y muy educados, como cuando al compañero Daniel y a mi nos invitaron a bajar de lo que para nosotros era una tarima, pero en que en realidad era donde tocaba el grupo en directo.
Nos gustó bastante la isla, la playa más que decente, toqué una estrella de mar por primera vez y en general muy bien; lo único que un resort-backpacker así te lo encuentras en cualquier lado la verdad, no en ese destino paradisíaco, pero sí el ambiente y los servicios.
Anécdota con la isla que se ve en frente de la nuestra. ¿Qué hace uno cuando está de fiesta y el bareto donde está ha perdido el encanto o no gusta? Se va al de al lado. Pues bien, eso llevado a una pequeña isla de Fiji tan pequeña que sólo cabe un sitio, equivale a irse a la isla de en frente. Si vas a coger un kayak y los dueños te dicen que no, no te queda otra que irte nadando; a mi me sigue pareciendo lo más sensato, vale que el hecho de que hubiera 3 tiburones a 20m de la orilla podría echarte para atrás, pero no sé tampoco es pa tanto no?
Así que el día siguiente empezaba nuestra verdadera aventura fijiana-Fiñana (desde muy temprano por la mañana además), de la que seguiremos informando en las próximas fechas.
TO BE CONTINUED...
Fiji. Prolegómenos
El asunto es que recibiendo la primera visita en las antípodas (exceptuando la de "La Mamma" en Semana Santa, claro está) no podíamos hacerle el feo. Mi prima Delfi venía planteándose lo de venirse a Australia para luego dar el salto a Fiji casi desde que me vine. En Navidad tras un bombardeo de sms casi que la convencemos, pero no fue hasta Agosto con el empuje de Miki cuando por fin se decidieron a comprar los billetes (siempre lo digo; primero se compran los billetes y luego se piensa sobre el viaje, que si se hace al revés al final uno se arrepiente), o como le dije a ella: "A Australia se viene volando, no pensando". Parace que surtió efecto, jeje.
A decir verdad, incluso cuando ella desde España y yo desde aquí empezábamos a plantearnos el viaje, seguía con mis dudas de querer ir a Fiji o intentar proponerles otro destino. Todo cambió uno de los primeros días cuando estábamos haciendo un primer boceto de itinerario por las islas y yo era incapaz de seguirla en todo el batiburrillo de nombres de islas en las que me tenía metido, y a la pregunta de cómo te sabes ya todos los nombres de las islas ella me contestó: "Juanjo, me conozco la geografía de Fiji perfectamente desde que tenía 10 años y vi El Lago Azul".
Tras esa frase a bien quién era el valiente que le proponía otro destino, así que a Fiji nos fuimos.
Próximamente, fotos, anécdotas, reclamaciones, bures y fijianos. Permanezcan atentos.
lunes, 18 de agosto de 2008
Relato de una visita a Malasia. Capítulo III: Kuala Lumpur(bis)
Volviendo al título del tema, respecto al gran viaje por Malasia, el último día y a la vuelta de Tioman, lo dedicamos a andorrear por KL (de nuevo algunos) y seguir sorprendiéndome de sus contrastes entre obras de ingeniería de la pera y edificios cayéndose a cachos.
Antes de disfrutar de los ya famosos Long Islands malayos, nos dimos un paseo por las Petronas para verlas de noche que he de decir que impresionan mucho, muchísimo más.
Os dejo aquí un vídeo que grabó el compañero y anfitrión Juan KL.
jueves, 15 de mayo de 2008
Relato de una visita a Malasia. Capítulo II: Tioman
Desde que llegamos, estaba claro desde que llegamos que el relax en aquel paraíso era inevitable; aunque sólo fuera por el hecho de que los locales ya se tomaban la vida con bastante relax y cualquier cosa que quisieras hacer y dependiera de ellos, implicaba 3 veces más de tiempo que lo que estoy acostumbrado. Lo más estresante que había en la isla era esta lagartijilla.
El primer día pasó entre acomodarnos, tirarnos en la playa, hacer una rato de snorkel, tirarnos en la playa, aderezar un zumo de frutas con nuestra botella de ron filipino (¡gracias Pura!) de 2€ mientras veíamos un atardecer de lo más anaranjado, cenita de pescado (los que me conozcan se sorprenderían de que lo comiera todos los días en cantidades abundantes) y copas por la noche en la playa. Si a mi llegada a Kuala Lumpur su climatología me despertó cierta nostalgia por el gran parecido con el calor húmedo de Almería en época de feria (agosto), las noches en Tioman me recordaron a aquellos veranos eternos en Retamar.
Lamentablemente y a pesar de lo idílico de la situación, tuvimos que poner fin a la fiesta porque cayó un chaparrón que metió rápidamente a cada mochuelo en su olivo.
De vuelta a nuestra playa en la isla, vuelta al stress... partidito de fútbol y luego baño con cerveza en mano y conversación agradable con estos.
jueves, 8 de mayo de 2008
Relato de una visita a Malasia. Capítulo I: Kuala Lumpur
En la llegada a la zona del Duty Free hice caso a los consejos de nuestro anfitrión y pillé una botella de ron, que tiene guasa que en un país musulmán haya más variedad de ron y sea más barato el ron que en Australia. El aeropuerto en general bastante impresionante, muy moderno y no me sorprendió los carteles anunciando que había sido nombrado mejor aeropuerto del mundo por no sé cuántas veces de manera consecutiva.
Siguiendo los consejos del compae Kuala, cojo el tren que une el aeropuerto con la ciudad. Igual que el aeropuerto, súper-moderno, bastante espacioso y en 28minutos clavados en el centro de la ciudad. Ahí tenía la opción de haberme pillado un taxi hasta el punto de encuentro, pero yo me las di de viajero en lugar de ser un turista y cogí el transporte público... terrible error y más cuando me enteré luego que el taxi desde la estación hasta el punto de encuentro costaba 1€ al cambio. La aventura me llevó de andar de la estación de tren a la de monorail que estaba bastante cerca y fue relativamente sencillo encontrar, coger un monorail 3 estaciones y a la salida del mismo llegó el punto fatídico. Yo tenía un mapa y sabía donde estaba, pero no sabía dónde quedaba el norte, sur, este u oeste. Vi unas torres al fondo y pensé que eran las Petronas. Después de 20minutos andando en base a esas torres, caí en la cuenta que tenía que estar equivocado y así era.
Para seguir con este largo, larguísimo día nos fuimos de fiesta mientras se fueron incorporando el resto de compis de otras oficinas: Hong Kong, Singapur y Yakarta. Esta noche el Long Island empezó a hacerme mella, esa bebida es una bomba en todos los sentidos imaginables.
A las 4am cogimos un bus destino a la isla de Tioman, donde pasaríamos los 2 días siguientes y de los que contaré otro día.
martes, 6 de mayo de 2008
Historia de un viaje a Malasia. Preparativos
Antes de las 8 horas de viaje, pese a tener la maleta hecha desde un día antes (se notaban las ganas del viaje desde el principio) y el dinero cambiado desde 5 días antes del viaje, aparecieron los problemas y esta vez de los gordos. El viernes 25 de abril fue fiesta en Australia así que nos hicimos un viajecito al noroeste de Australia a ver la Barrera de Coral (otra vez), a hacer mi primera inmersión de buceo y a no ver peces payaso (otra vez), de esto ya hablaré otro día. El tema es que volvimos el lunes a las 8.30am y directos a la oficina. Mi vuelo a Malasia salía el martes y el lunes a última hora se me ocurre preguntarle al becario de allí que qué validez mínima debe tener el pasaporte para entrar allí. Había escuchado follones varios de los becarios de Indonesia y Tailandia con el tema de que necesitaban 6 meses y el mío caduca en 5...
Me dice: "Espera que pregunto... ah pues sí, son 6 meses" = putada. Llamo a la Embajada de España en Malasia y me dicen: "Hombreeee, pues en teoría si... pero en Malasia pues las cosas no son muy estrictas... Pero claro, no te podemos garantizar nada". Así que cualquier se arriega. Total que llamo al Consulado de Sidney y me dicen que no hay nada que hacer, así que tocará arriesgarse.
Media hora más tarde me llama la buena de Sara (becaria en el Consulado que llegó más o menos cuando nosotros) y me dice que qué le doy si me hacen un pasaporte provisional. Menos mal.
A la mañana siguiente estoy 15minutos antes de que abran el Consulado en la puerta. Tienen mi pasaporte listo (se han portado de auténtico lujo). Es uno del modelo antiguo con validez sólo para un año pero me vale más que de sobra para ir allí. El vuelo sale a las 12 y acaban tan rápido que hasta me da tiempo a pasarme por inmigración a que me peguen el nuevo visado con el nuevo número de pasaporte en las hojas nuevas.
De lujo todo. Próximo destino: Kuala Lumpur
jueves, 17 de abril de 2008
Nueva Zelanda
Recordatorio
jueves, 10 de abril de 2008
Establecidos
El trabajo la verdad es que está bastante dominado y ya no va uno con la incertidumbre de los primeros días de a ver qué pasa en la oficina que como no sepa solucionarlo cómo salgo de esa. Te has ganado la confianza de la gente en el trabajo a la cual te atreves a gastarles bromas que cualquier simple conocido no las entendería o incluso se las tomaría a mal.
El grupo de amigos cada vez es más amplio y variado; los hay de trabajo, para jugar al fútbol, para salir de fiesta, para echar un rato hablando, para ver el fútbol, para ir al cine y por supuesto la gente más allegada que entra en todos esos grupos.
Hay actividades "extraescolares" de manera asidua como es el fútbol los miércoles y algunos domingos, una pachanga o dos de tenis también parece que van a caer a la semana, ya no es como cuando se fueron los otros becarios que las incursiones nocturnas eran muy contadas, ahora hay que controlarse para no pasarse de la cuenta.
Dominas la ciudad de sobra en cuanto a zonas, calles (bendito callejero al principio), transporte público, "how to get there", etc. Conoces los ambientes (hay que tener cuidado con esta interpretación en la 2ª ciudad más gay del mundo) de las distintas zonas.
Al principio la ciudad o la gente que llevaba más tiempo elegía qué hacer por ti en los ratos de ocio y tú o cogías lo que ellos te ofertaban o te quedabas en casa. Ahora es justo al revés, usas Sidney a tu gusto para coger de ella lo que más te interesa en cada momento.
Sé de antemano cuando se ponen a la venta las entradas para un festival o concierto que quiero ver y no me entero de que alguien viene a tocar cuando ya se han vendido las entradas...
Pensando todo esto ayer, la verdad es que me sentí bastante sydneysider.
Ale, tomad reflexión a las 6 de la tarde :).
domingo, 6 de abril de 2008
10 horas bien aprovechadas
lunes, 10 de marzo de 2008
Un truco de magia
Un paseo por Canberra
miércoles, 13 de febrero de 2008
De fiesta hasta altas horas en la OFECOME
domingo, 6 de enero de 2008
Bichos varios y variados en Tasmania
Los tíos estaban totalmente acostumbrados a que la gente se les acercara, les diera de comer... y ellos lo último que nos tenían era miedo.