jueves, 17 de abril de 2008

Nueva Zelanda



Otro de nuestros viajes, este fue en el puente de diciembre. Un poquito de retraso en contar sobre él ya lo sé...


De lo que más me ha gustado desde que estoy por estos lares. En otro viaje hace unos cuantos años mis amigos malaguitas se tomaban a coña cuando ante cada Parque Natural o simplemente una zona boscosa, les decía de parar porque me flipaba ver tanto verde junto. Pues bien, Nueva Zelanda tiene verde para aburrir.


Una vez más el tema de la escasez de tiempo de las dos islas vimos sólo la sur, dicen que es la más bonita y desde luego yo por lo que vi me lo creo. El problema es que para el viaje que nosotros dedicamos 5 días, la gente suele dedicar 2 semanas. Así que un poco de paliza y una media de 600km diarios en la siempre presente furgo (creo que si alquilamos la Toyota Tarago 50 ó más veces, nos la regalan cuando volvamos a España).


A parte de los contrastes de colores en los paisajes (la foto habla por sí sola) Nueva Zelanda son ovejas, millones de ovejas. Concretamente 40millones de ovejas para 4millones de personas.

También es el país de los deportes de aventura, sobre todo de los saltos de aventura ya sea desde un puente o un avión a 14.000 pies. Tiene el sitio, o eso dice, más barato del mundo para hacer paracaidismo: 30€ al cambio, ¿no da mucha seguridad no?


Algunos de los viajeros nos planteábamos (un poco de lejos, la verdad) la idea de saltar si encontrábamos algún sitio que nos inspirara confianza. Ni lo encontramos, ni tampoco nos molestamos mucho en buscarlo la verdad. Así que a la vuelta del viaje comentábamos que lo más aventurero que habíamos hecho fue el duerming y paseing, porque ni a bañarnos en el lago llegamos.


La foto fue tomada en algún lugar de la National Road 80, cerca de Aquí. Lo que se ve al fondo es el Mount Cook, el más alto de la isla Sur y nevado a pesar de que fuera verano como veis.

Recordatorio

Nota: Esto lo tengo escrito desde hace bastantes semanas, pero hasta que no conseguí la foto que viene más a bajo no quería publicarlo. Si es que ya se sabe, que estando Australia tan lejos tarda mucho en llegar cualquier cosa :P

Podría empezar por un pequeño guiño a Molotov (¿alguien sabe qué fue de este grupo?) así:Este es un song dedicado a Miki y a Iñaki y a su hermano. Y si ahora cambiamos song por post. Miki por Agus e Iñaki por Carlos, me viene bastante mejor para hablar de los personajillos a los que dedico la entrada de hoy.

Personajillos que son familia algunos y otros como si lo fueran y que sufrieron un pequeño percance automovilístico hace algún tiempo, junto a sus respectivas a las cuales también dedico esta entrada como no. Así cuando todo parece que se quedó en el susto de tener un accidente en la autovía, el Peugeot 307 más limpio de la Europa Meridional en el taller durante unas semanas, algunos dolores de cuello y otros tantos de cabeza... me permito el lujo de hablar del tema con un poco de humor y recordaros amigos míos, lo que hemos dicho en muchas ocasiones y que ahora que estais de cambios por Almería aprovecho para ampliar:

"Da igual que os hagais mayores y no sea de vuestro agrado jugar a la play. Da igual que avanceis en vuestras relaciones y dejeis el piso franco para vivir con vuestras novias. No importa que ya no aguanteis dos noches seguidas de fiesta. Me es indisoluble (ambas palabras son sinagogas) que en las escapadas a Granada vayais buscando dormir en un hotel en lugar de un sofá que apesta a tabaco, en un suelo con restos de botellón a vuestro alrededor o tres en una cama...Todo eso da igual, porque como esta foto prueba sólo en una mínima parte, nunca nunca nunca podremos alcanzar ningún cargo público ni notorio en nuestra vida, porque el resto de nosotros se encargaría de derrumbarnos con cualquiera de las miles de fotos lamentables que tenemos".

Tened cuidaíco niños y niñas.






Agradecimientos a Salfuman por la foto, titulada "El Golpe".


Actualización 23/04/08

Al hilo del comentario de Salpok, me gustaría poner también la foto que confirma sus palabras.
No salen los donuts, una pena

jueves, 10 de abril de 2008

Establecidos

Ayer me di cuenta de que creo que estoy establecido en Sidney. Son de estas cosas que se percata uno de repente, pero que te paras un momento y ves que tienes tu rutina de vida completamente hecha y me dio la impresión que llevara aquí mucho más tiempo.

El trabajo la verdad es que está bastante dominado y ya no va uno con la incertidumbre de los primeros días de a ver qué pasa en la oficina que como no sepa solucionarlo cómo salgo de esa. Te has ganado la confianza de la gente en el trabajo a la cual te atreves a gastarles bromas que cualquier simple conocido no las entendería o incluso se las tomaría a mal.

El grupo de amigos cada vez es más amplio y variado; los hay de trabajo, para jugar al fútbol, para salir de fiesta, para echar un rato hablando, para ver el fútbol, para ir al cine y por supuesto la gente más allegada que entra en todos esos grupos.

Hay actividades "extraescolares" de manera asidua como es el fútbol los miércoles y algunos domingos, una pachanga o dos de tenis también parece que van a caer a la semana, ya no es como cuando se fueron los otros becarios que las incursiones nocturnas eran muy contadas, ahora hay que controlarse para no pasarse de la cuenta.

Dominas la ciudad de sobra en cuanto a zonas, calles (bendito callejero al principio), transporte público, "how to get there", etc. Conoces los ambientes (hay que tener cuidado con esta interpretación en la 2ª ciudad más gay del mundo) de las distintas zonas.

Al principio la ciudad o la gente que llevaba más tiempo elegía qué hacer por ti en los ratos de ocio y tú o cogías lo que ellos te ofertaban o te quedabas en casa. Ahora es justo al revés, usas Sidney a tu gusto para coger de ella lo que más te interesa en cada momento.

Sé de antemano cuando se ponen a la venta las entradas para un festival o concierto que quiero ver y no me entero de que alguien viene a tocar cuando ya se han vendido las entradas...

Pensando todo esto ayer, la verdad es que me sentí bastante sydneysider.

Ale, tomad reflexión a las 6 de la tarde :).

domingo, 6 de abril de 2008

10 horas bien aprovechadas



A aquellos de Almería y aledaños les sonará el Creamfields. Aquí organizaron un festival de estilo similar, duración idéntica y cartel mejorado; 10 horas empezando a las 12 del mediodía hasta las 22 de la noche. Un poco caro de primeras, pero desde luego cuando terminó no pensabas mucho en los 120 dólares (unos 70 € al cambio) que nos habíamos gastado.

El chiste empieza con un gallego, una ¿vallisoletana? y un almeriense con un desayuno a las 11.30 a base de ron con coca-cola. Preparación de la mochila para la excursión a base de bocadillos, botellas de agua... con agua y botellas de agua... con ron. La llegada al control de policía es lo más gracioso del chiste, un segurata me dice que lo siente pero que me tiene que pedir que abra mi mochila. Ahí encuentra sudaderas, bocatas, y los dos tipos de agua que llevábamos. El hombre se disculpa de nuevo y entramos al sitio.

Los DJ's menos conocidos que se lo curraban mucho al principio (Patrick Carrera es el mejor ejemplo) dieron paso a Roger Sánchez, Who Made Who, John Digweed, Sven Vath y como colofón final los Chemical Brothers con una puesta en escena digna de mención.

Bien organizado el cartel para poder ver a todos "los buenos". No sólo vimos a todos "los buenos" vimos concentración de biceps de mucho chico que tenían pinta de haberse pegado estudiando mcuho rato en el gimnasio para hacer este examen final sin camiseta, en palabras de Ana: "Muchas rubias por metro cuadrado", muchas gafas de pasta e indumentaria ochentera, chicas escocesas con gafas de pasta de corazón rosa, piratas, mafiosos y animales salvajes.

Como anécdota del día no me quedo ni con que el segurata de la entrada me pidiera perdón por abrir la mochila, ni con que hubiera policía dentro del recinto, ni con que 10 minutos antes de Roger Sánchez llegarámos al recinto y lo viéramos en primera fila, ni con que a las 22:00:00 en punto se acabara toda la música... me quedo la chica que primero nos regañó cuando nos vio echando fotos a su stand de chupa-chups y luego cuando le explicamos el motivo de nuestra sorpresa cambió bastante el tono.